El azafrán es una especia que se obtiene a partir de los estigmas de la flor del Crocus sativus Linnaeus, conocida vulgarmente como Rosa del azafrán.
Aunque los orígenes del azafrán son confusos, parece casi exacto afirmar que procede de las mesetas de Anatolia. Desde allí su cultivo se extendió en todas las direcciones, propiciado en gran parte, gracias a los árabes.
La tradición azafranera en España ahonda sus raíces en la alta edad media, siendo la civilización Hispano-Musulmana la que, en los siglos VIII y IX, recogió de los árabes el conocimiento de la legendaria planta, cuyo cultivo no tardó en extenderse por todos los territorios de Al-Andalus, siendo monopolizada por la alta burguesía andalusí.
En el siglo XV, en los territorios de la Corona de Aragón, el azafrán se convirtió en uno de los artículos comerciales más importantes. En concreto el azafrán catalán de la Horta de Sant Joan fue reconocido por su alta calidad nacional e internacionalmente y uno de los centros de venta más importantes del mediterráneo.
El primer documento escrito que hace referencia al cultivo del azafrán en La Mancha aparece en 1720, aunque parece lógico pensar que su cultivo estuvo presente mucho antes. Ya en el siglo XIX esta región producía el azafrán de mayor calidad de España, que es como decir del mundo. La variedad manchega se caracteriza por unos estigmas de mucho cuerpo, mayores que los estilos. Su poder colorante puede alcanzar 300 grados y su aroma es penetrante.
Recolección
En el mes de octubre comienzan a aparecer las primeras rosas. Su recolección tradicionalmente ha sido realizada a mano y de mañana, con las primeras luces y con gran trabajo y cuidado, ya que al ir abriéndose la flor durante el día hace más difícil su recogida.
Esbrinar
Una vez recogidas las rosas en una cesta de mimbre, se trasladan para proceder a la esbrinación, es decir, a la separación de los estigmas del resto de la flor.
Tueste
Una vez mondada toda la flor, se extiende los estigmas sobre un cenazo o ciezo, de malla o lino y se colocan al amor de un foco de calor débil pero constante y permanente, de forma que irá tomando un color más oscuro, sin que se alteren las propiedades del producto, como el color o el aroma.
El azafrán en Mira
La primera mención al azafrán en Mira lo conocemos gracias al catastro de Ensenada del siglo XVIII, donde se nos informa de su cultivo y precio; la libra de azafrán valía diez reales y estando tostado cincuenta.
En el siglo XIX los testimonios tanto de José Cornide en 1801, como del Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal en 1829, nos confirman de nuevo su cultivo.
En 1911 tenemos los nombres de varios vecinos de Mira relacionados con el Azafrán:
Azafrán (almacenes y despachos):
Antonio Esteban
Julián Esteban
Ramón Valero
Azafrán (Cosecheros):
Atanasio Sierra
Julián Esteban Cañada
Juan Francisco López
Gregorio Sáiz
BIBLIOGRAFÍA:
- Historia del azafrán : la flor del amanecer. Jesús Ávila Granados.
- Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración de España.
- Catastro Ensenada 1753. Archivo General de Simancas.
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Me ha sorprendido que uno de los beneficios del azafrán también esté enlazado con el sueño saludable. Esto es porque tiene capacidad para aumentar los niveles de melatonina. La naturaleza no me deja de sorprender. Gracias por tus artículos.
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