Antes del siglo XX, los hombres que se afeitaban lo hacían con navaja barbera, una herramienta afiladísima que, manejada con destreza sobre un rostro humedecido y enjabonado, dejaba la piel tan fina como el culito de un bebé. Para ello eran imprescindibles los preparativos que llevaban a ablandar el pelo y lubricar la superficie cutánea de modo que la tarea no fuera sangrienta, y de ahí el consejo –popular desde el siglo XV– “cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”.
Tradición milenaria
El hábito generalizado de afeitarse se remonta, al menos, al antiguo Egipto, cuando se hicieron con bronce las primeras herramientas de corte fino. Alejandro Magno introdujo la costumbre en el mundo grecorromano, de modo que en la antigua Roma surgió la figura del tonsor, profesional que resultaría precursor de los alfagemes o barberos, que todavía en el medioevo usaban navajas de hierro. Hasta mediados del siglo XIX los oficios de barbero, peluquero y cirujano podían coincidír en la misma persona, ya que la navaja, de acero desde el siglo XVIII, era el instrumento con el que tanto se podía afeitar como hacer las sajaduras y cortes propios de las operaciones.
El ritual del barbero
La navaja barbera había de tener siempre el filo en perfectas condiciones, para lo cual se afinaba antes de cada uso pasándola unas cuantas veces por un asentador, posteriormente el incomparable ritual de enjabonarse con brocha, propio de quienes han aprendido a disfrutar con el afeitado.
Barberos en Mira
La mención más antigua a esta profesión la conocemos gracias a la contribución industrial de 1893, donde se nos informa que en Mira habían dos barberos: uno llamado Joaquín García Lázaro y otro Felipe Pérez Valdés, domiciliados en la calle del Río 19 y en la calle del Medio 3 respectivamente.
En 1911 Joaquín y Felipe todavía seguirían siendo los barberos del pueblo, en cambio en 1929 lo serían Emiliano García y Faustino Tortajada. En los años cincuenta los profesionales del afeitado lo serían Eligio García, Isaías Tortajada y Julián Tortajada.
BIBLIOGRAFÍA:
- Revista MuyInteresante.
- Boletín Oficial de la provincia de Cuenca.
- Ilustración de la Colección de Alvarez Caballero.
- Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración de España.
- Anuario General de España.