El primer levantamiento se produce en septiembre de 1846, cuando un conocido carlista catalán, Benet Tristany, se levanta en Solsona junto a 300 hombres. Varios meses más tarde, el 16 de febrero de 1847, el mismo Benet Tristany, realiza una espectacular acción en Cervera donde logra hacerse con los fondos de varias oficinas públicas al grito de “Viva la Constitución y Carlos VI!”. En poco tiempo el número de partidas carlistas aumentó en toda Cataluña, llegando a unos 4.000 hombres armados a fines de ese año y con una importante complicidad de una buena parte de la población.
Al mismo tiempo, el movimiento carlista intentó difundir la revuelta a otras zonas de España. En la provincia de Cuenca, el 20 de marzo de 1847, las autoridades deciden ante la posibilidad que pudieran aparecer facciones de Aragón o Valencia, reforzar los puestos de la Guardia Civil de La Montilla, Mira, Tragacete, Cañete y Beteta, como una especie de línea avanzada para cubrir las avenidas más sospechosas y tener más concentrada la fuerza para evitar sorpresas [1]. También hubo cierto seguimiento sobre los individuos indultados de la primera guerra, que se calculaba eran alrededor de 600 personas en toda la provincia. Durante ese año no hubo ningún hecho conocido, tan solo noticias confusas como un posible alzamiento en Cañete sin confirmar [2]. Si se registraron casos de carlistas que decidieron marcharse a Cataluña para ayudar la causa, como los conquenses Manuel Giménez y Mariano León que terminaron fusilados en Solsona [3].
Para dar un impulso a la lucha, el 23 de junio de 1848, Ramón Cabrera, a petición del Pretendiente Carlos VI, traspasa la frontera española para insertarse en la provincia de Gerona. Su prestigio en la anterior guerra le facilita el reclutamiento de fuerzas importantes y se pone al frente de las partidas Carlistas de Cataluña, Aragón y Valencia. Sin embargo, no tuvo el éxito esperado, ni siquiera pudo entrar en el Maestrazgo, su bastión en la Primera Guerra Carlista. En la comarca, el conflicto aparece practicamente con la llegada desde Francia de un viejo conocido, el Utieliano Timoteo Andrés, más conocido como “El Pimentero”. Su primera aparición documentada fue en septiembre de 1848, liderando una partida e intentado invadir algunos pueblos del marquesado de Moya [4]. Más tarde se publicaría, que exceptuando Mira, Utiel y Requena, no había población en la zona que se librara de su visita [5], pero al final sus escaramuzas no tuvieron mucho recorrido, a finales de octubre, su facción fue sorprendida en la aldea de La torre de Utiel y tuvo que huir hacia Tarancón. En el mes de marzo de 1849, sería capturado y ajusticiado. Al final ninguna facción llegó a tener éxito, principalmente porque apenas hubo la complicidad de la población, la primera guerra era reciente y prácticamente todo el mundo deseaba la paz.
Una particularidad de esta segunda guerra, fue la participación junto con las partidas carlistas de grupos de ideología republicana. Un ejemplo lo tenemos el 27 de octubre de 1848, cuando unas pequeñas partidas republicanas y de carlistas, rondaban por la zona de la Jorquera en Albacete [6]. Desconocemos el desarrollo de este tipo de movimientos en la provincia de Cuenca.
El 4 de abril de 1849, el Pretendiente fue detenido al intentar entrar en España por la frontera francesa y regresó a Londres. El 23 de ese mismo mes, cruza la frontera D. Ramón Cabrera y finalmente, el 14 de mayo de 1849, cruzaron los últimos carlistas mandados por Tristany. La segunda guerra carlista había concluido.
BIBLIOGRAFÍA:
[1] La Esperanza, 23 Marzo 1847.
[2] El Eco del comercio, 30 Septiembre 1847.
[3] El Heraldo, 5 Abril 1847.
[4] El Católico, 6 Septiembre 1848.
[5] El Católico, 6 Septiembre 1848.
[6] El Observador, 27 Octubre 1848.