La calle del Toril


El nombre de la calle del Toril tiene su origen en las fiestas taurinas. Si nos remontamos bastantes años atrás, antes de construirse la actual plaza de toros, en la villa de Mira se realizaban las fiestas taurinas en la plaza de la constitución, donde con la ayuda de carros y otros materiales se creaba una arena central. Un elemento necesario en estos actos, era el toril, lugar donde se encerraba al toro durante los días de fiesta. Por su localización y características, la calle que conocemos actualmente con el mismo nombre, era la elegida para tales menesteres.


.BIBLIOGRAFÍA:

- Wikipedia.


La Cañada de Mira


La aldea de La Cañada de Mira se encuentra a 7 kilómetros de la población de Mira. Según el  Diccionario de la Real Academia Española, una cañada puede ser un espacio de tierra entre dos alturas poco distantes entre sí, o una vía para los ganados trashumantes, que debía tener 90 varas de ancho. Personalmente pienso que la aldea recibe su nombre de la primera definición.

La referencia histórica más antigua que he podido encontrar, la obtenemos de la vigésima segunda pregunta del catastro de Ensenada de 1753, donde nos informa que en la partida de La Cañada, existían veinte y dos casas de campo, y que solo las habitaban sus dueños en tiempo de barbecheras, sementeras y recolección de frutos.  



En el siglo XIX hay muy poca información al respecto, nos tenemos que ir hasta 1910, donde el Nomenclátor de las villas de España nos informa la existencia de 26 casas y de 75 habitantes en La cañada.


BIBLIOGRAFÍA:

Catastro Ensenada 1753. Archivo General de Simancas.

- Nomenclátor de las Villas de España 1910


La fabrica de aguardientes de Mira


Aguardiente es el genérico de bebidas alcohólicas destiladas, de entre 29 y 40 grados, aunque pueden pasar los 70 grados que pueden ser bebidos, ya sea puros, añejados, aromatizados o mezclados. Se obtienen por destilación del vino o de determinados cereales, frutas o semillas, como centeno, cebada, bayas de enebro, cereza, uvas y el anís, entre otras. El nombre deriva del latín aqua ardens, término con el que se llamaba al alcohol obtenido por destilación.

La destilación como tantas otras técnicas de uso en la química convencional, debe su descubrimiento a los alquimistas.

Los orígenes de la alquimia pueden rastrearse en Grecia hacia el año 300 antes de Cristo, recogiendo aportaciones egipcias y babilónicas. Su mayor esplendor en la antigüedad parece haberse alcanzado en Alejandría entre los años 200-300 después de Cristo, siendo posiblemente en esta época cuando se inventa el alambique, que algunos historiadores atribuyen a María la Judía, Zósimo de Panópolis y su hermana Theosebeia.

Hay pruebas documentales de que los trabajos de estos alquimistas llegaron a los árabes y los aparatos que utilizaban para la destilación son descritos por Marco Graco en el siglo VIII, en el que puede considerarse el primer documento histórico sobre la destilación de vinos, aunque no indica nada sobre las características del destilado obtenido.

Los árabes recopilaron los conocimientos de los alquimistas existentes hasta la época en el llamado "Libro de Crates". Pero será la obra de Gerber (posible seudónimo de un grupo de alquimistas árabes), publicada hacia el año 850, y que fue traducida al latín con el título "De Summa Perfectionis", la que llevará a Europa el pensamiento y los métodos de la química.

En Europa la figura de Taddeo Alderotti, junto con Arnau de Vilanova fueron los primeros que se ocuparon de la destilación del vino para la obtención del aguardiente simple y compuesto. Se puede afirmar con un alto grado de seguridad que sus obras inspiraron cuantos médicos posteriores se ocuparon del tema a los largo de los siglos XIV y XV.

Hay que tener en cuenta que este alcohol tan primitivo no era apto para el consumo humano sino como aplicación médica.

Por aquel tiempo no se podían distinguir los alcoholes primarios, de los secundarios y terciarios, así que pasó cierto tiempo hasta que, de forma empírica, comprobaron que los primeros vasos que salían eran perniciosos, así como los últimos (debieron dejar ciegos a medio pueblo), lo que hoy llamamos cabezas y colas de la destilación y que contienen substancias tóxicas extremadamente peligrosas, desde metanol, hasta metales pesados.

Hasta finales del siglo XVIII, cuando el científico alemán Daniel Gabriel Fahrenheit (1686-1736) inventó el primer termómetro, no se podía cuantificar la cantidad de temperatura, por lo que hasta el siglo XIX, las destilaciones se hacían de forma empírica, casi era un oficio esotérico, porque una mala praxis, podía matar o dejar ciega a toda una población.


La fabrica de Aguardientes de Mira
Por los recibos de la contribución industrial de 1893, sabemos que en Mira había una fábrica de aguardientes y que su propietario era Camilo Domínguez. Posiblemente la fábrica estuviera en la calle Lorza 8, lugar donde estaba domiciliado su propietario. En 1911 el negocio seguía activo.


BIBLIOGRAFÍA:

- "Tierra de la provincia y obispado de Cuenca" Don Braulio Marcos Huerta.
- Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración de España.

La plaza del Pósito


En Mira hay una plaza llamada la del pósito. Para entender su significado y origen debemos remontarnos varios siglos atrás.

Los positos en su genuino carácter eran graneros, especialmente de trigo, con el objeto de abastecer de pan al público, especialmente en las épocas de carestía y de prestar grano a los labradores, tanto para la siembra como para el consumo en los meses de mayor escasez, librándolos así de caer en las manos de la usura.
Con el préstamo, el pequeño labrador podía suplir las carencias de una mala cosecha o la compra de todo lo necesario para la próxima, o bien la compra de nuevas tierras o el sanear las rentas.

Felipe II en una pragmática de 15 de Mayo de 1584 estableció la primera reglamentación oficial de estos establecimientos, disponiendo que su dinero se guardase en un arca con tres llaves y el trigo en un depósito con dos llaves.

En 1792 existían en España 5249 positos municipales, a partir de esa fecha se reitera lo de las tres llaves para el dinero y se exigen también tres llaves para el depósito de grano, llaves que debían estar en poder del Alcalde, de un Regidor y del Depositario.

Siempre ha existido la picaresca y en este caso era bastante común el que algunos ganasen la voluntad de los interventores para sacar cantidades de grano con que negociar, por cuenta propia o ajena; otros, ponían en juego malas artes o la intriga hasta conseguir su entrada en el Ayuntamiento y el manejo de los caudales del posito durante el tiempo de su mandato y así repartir los granos y prestamos entre familiares, amigos y compradores, sin acordarse de los pobres que carecían de semillas para continuar sus labores y de dinero para comprarlas.

Gracias al catastro de Ensenada de 1753, sabemos que en Mira había un pósito, y que Francisco Navarro era el responsable de su caudal. Conocer su localización es fácil, en algún lugar de la actual plaza del mismo nombre, seguramente en el mismo ayuntamiento.


BIBLIOGRAFÍA:

- Catastro Ensenada 1753. Archivo General de Simancas

- Wikipedia.org - Pósito


    Los organeros de Mira


    Un organero es una persona encargada de la construcción, la afinación, la reparación y la conservación de los órganos.

    En el siglo XVIII, en Mira hubo un linaje de maestros organeros que realizaron importantes trabajos. Hablamos de los hermanos José y Jaime de Fuentes, que a su vez eran hijos de otro importante maestro organero, Jaime Fuentes, quien trabajó junto con Julián de la Orden en el órgano de la Catedral de Cuenca en 1702-1703.

    Algunos trabajos realizados por la saga de los de Fuentes son:
    • Varios trabajos en el órgano de la iglesia de San Esteban de Albares 
    • Órgano de Villafranca de los Caballeros.
    • Trabajos de renovación del órgano de San Nicolás de Requena.
    • Jaime de la Fuente construye en 1773 el órgano de la iglesia de Santa María de Requena por 14.000 reales.

    El catastro de Ensenada nos informa de lo siguiente:
    A Joseph de Fuentes como ocupado en componer órganos atendido su poco trabajo solamente le computan de utilidad al día tres reales

    Parece ser que hubo otro organero en Mira llamado Francisco Rochero, a quien se le otorga la construcción del órgano de Olmeda del Rey.


    BIBLIOGRAFÍA:

    - Catastro Ensenada 1753. Archivo General de Simancas.
    Evolución del órgano español: siglos XVI-XVIII. Escrito por Louis Jambo
    - Cronología requenense y comarcal.
    - Algunos aspectos sobre la construcción de la iglesia de San Esteban de Albares. Siglo XVI a XVIII. Angel Mejía Asenjo


    El jarabe de hipofosfitos Salud


    A principios de los años treinta del siglo XX, aparece en diferentes periódicos nacionales un curioso anuncio publicitario. El producto es un jarabe de hipofosfitos de la marca Salud, especialmente indicado para mujeres embarazadas que quieren preparar el organismo para llegar al parto en perfecto estado. Para remarcar las positivas propiedades del tónico restaurador, en el anuncio aparece la opinión de un profesional de la medicina. Lo curioso del tema es que el médico en cuestión es un tal Manuel Cubells, médico de Mira (Cuenca).



    BIBLIOGRAFÍA:

    - Hemeroteca La Vanguardia, 9 de Septiembre 1932


    El molino de la Peña del Carro


    El molino de la Peña del Carro fue construido por Ángel Esteban en 1856, cuando recibe la conformidad de las autoridades para aprovechar las aguas del rió Mira para la construcción de un molino harinero a 2 kilómetros del pueblo, río arriba, en la fértil vega de Mira.

    Según Antonio García Cuevas en su trabajo “Los molinos hidráulicos harineros en la provincia de Cuenca “, en 1890, por compra-venta judicial, Hermenegildo Terrades Esteban adquiere el molino (En mi opinión creo que el nombre es incorrecto, pienso que debería de ser Hermógenes Terrádez Esteban).

    En el año 1925 se conocía como dueña a la tía Encarnación Palomares de Fez "La Coscorrona", teniendo de molinero al tío Francisco de Fuenterobles. También tenía un horno para cocer pan, así como huerta y granja.

    En 1936 se hace cargo del molino en calidad de rentero el tío José Valero Martínez con su mujer Victoriana Jiménez Armengol y sus cinco hijos.

    El año 1951 José Valero deja el molino y coge el molino de la piedad, quedándose en la Peña del carro su hijo, José Valero Jiménez hasta 1962, momento que fue desmontado y hundido.


    Fotografía actual de las ruinas del molino de la Peña del Carro

    El molino contaba con un par de piedras, limpia y cernido, con 4 metros de salto. La presa del molino tenía más de 800 metros de caz.


    BIBLIOGRAFÍA:

    - “Los molinos hidráulicos harineros en la provincia de Cuenca “ Antonio García Cuevas
    - La gaceta 1856