El infante Pedro y su ilustre comitiva a su paso por Requena y Mira


Jaime I el Conquistador fue modificando su testamento a medida que iba teniendo hijos. Esta situación se mantuvo hasta el último testamento de 1262, cuando como resultado de la muerte del primogénito Alfonso, dejó a su segundo hijo, el infante Pedro, el Reino de Aragón, el Reino de Valencia y el principado de Cataluña, dando continuidad a la Corona de Aragón. Este hecho hizo que el futuro Pedro III de Aragón, colaborara con su padre de manera activa en varios aspectos de la vida política del reino.

A principios de abril de 1269, quizás con el objetivo de estimular la cooperación castellana a la cruzada de Jaime I, o quizás por la cuestión de reino de Navarra, no se sabe de manera cierta, el infante Pedro junto con una nutrida comitiva, inició un viaje hacia Toledo para entrevistarse con el rey castellano Alfonso X.

La comitiva
El séquito del infante estuvo formado por aproximadamente de ochenta personas. Entre los personajes importantes, figuraron los obispos de Barcelona y de Valencia, los nobles aragoneses Blasco Eiximenis, Blasco Maça y los catalanes Gilabert de Cruilles y Pere d´Ofegat entre otros. No faltó una representación de italianos, con el marino y militar Roger de Lauria en primer término. Por ultimo cabe destacar al famoso trovador, Guillermo de Cervera.

Cada noble llevó según su categoría una o varias cabalgaduras. De ejemplo, el obispo de Barcelona llevó 30 bestias y los nobles de alta categoría, Gilabert de Cruilles y Blasco Eiximenis, 8 cada uno. El número total de bestias fue de 168, entre cabalgaduras y bestias de carga.

Después de las personalidades, vendrían un grupo de oficiales y servidores de categoría inferior. Por último, las gentes de la compañía que iban a pie, los andantes. Hay que decir que para un viaje tan largo, los peones fueron, proporcionalmente, poco numerosos. Entre ellos los documentos nos indican; la panadera, el guarda de la avena, la lavandera y otros hasta 33 personas.

La logística
La comitiva disponía de un encargado de la intendencia, el repostero, que se encargaba de procurar los víveres, servicios y productos necesarios para el viaje. Él mismo o algún ayudante se avanzaba y entraba en las poblaciones donde el infante y sus acompañantes pretendían descansar, para disponer el alojamiento, negociar las adquisiciones o resolver servicios necesarios como la comida o el mantenimiento para los caballos.

La alimentación
La comitiva llevó una gran cantidad de provisiones desde el inicio del viaje, tales como gallinas, vino, pan, huevos, coles, ajos, vinagre y canela. Después las cuentas nos muestran la compra de vino y carneros principalmente. Las raciones irían en función del cargo, así hay apuntes de porciones especiales para los obispos y otros altos cargos. En Mira, queda constancia que el obispo de Barcelona recibió del infante una generosa ración.

El ocio
Para amenizar el viaje, en la comitiva no faltó un buen número de trovadores y juglares. Se especula que el famoso trovador Guillermo de Cervera, creó durante o después del viaje, la canción de Madona Santa María, de las impresiones recibidas por la presencia del rey castellano. En una de las estrofas alude a las pretensiones imperiales del rey Alfonso X.

Tots reys que haver vol nom d´emperador
Deu averar sos dits e sa lauzor,
Que hom non ha pretz, si ab vertat no s´afina.

También se sospecha que en alguna ocasión, el infante pudo disfrutar de alguna cacería. Esto se entiende al encontrarse partidas de gastos relacionadas con los perros que formaban parte de la comitiva.

El coste
Viajar en la edad media no era barato, y menos para un séquito de estas características. En la población de Requena y alrededores, la comitiva se gastó 296 sueldos y 6 dineros en cebada, 143 sueldos en vino, 80 sueldos y 6 dineros en pan de ración, y 70 sueldos en carne de carneros. Sólo este dispendio supuso más de 589 sueldos, equivalentes a lo que podía pagar al rey una villa mediana del reino de Valencia como Cocentaina en 1259. Esto nos puede proporcionar una idea del coste de este tipo de viajes.

El itinerario
La expedición partió el 8 de abril de Tarragona, y desde allí se encaminaron hacia Valencia, donde llegaron el 14 de abril. Después de 9 días en la ciudad, el día 23 partieron hacia Buñol, para al día siguiente entrar en el reino de castilla y llegar hasta Requena. El día 25 de abril pernoctaron en Mira, donde se deja constancia de pagos a un posadero. A la mañana siguiente continuaron su camino hacia Reillo y el 27 hacían entrada en la ciudad de Cuenca. Posteriormente pasaron por Villar del Maestre, Huete, Santa Cruz de la Zarza, Ocaña y Yepes. El día 5 de mayo de 1269, por fin llegaron a Toledo.

El séquito realizó una media aproximada de unos cuarenta kilómetros diarios, con jornadas de hasta 60 kilómetros, un ritmo asequible para las cabalgaduras pero que puede parecer exigente para los que iban a pie, sin embargo el hombre medieval era un gran andarín: investigaciones realizadas a partir de restos humanos en enterramientos ponen de manifiesto, sobre todo a partir del siglo XI, su configuración física condicionada por y para la marcha, con largas y fuertes piernas. Aparte se puede especular que los andantes de la expedición tendrían la posibilidad de descansar en ciertos momentos de la jornada a lomos de alguna bestia de carga. Por último señalar que en las cuentas de la comitiva, a menudo consta la compra de zapatos para los andantes.

Relación de jornadas en el viaje de ida:
08 abril > Tarragona – Sant Jordi: 35 km
09 abril > Sant Jordi (La Ametlla de Mar) – Tortosa: 34 km
10 abril > Tortosa – Sant Mateu: 61 km
11 abril > Sant Mateu – Castellón: 61 km
12 abril > Castellón – Sagunto: 44 km
13 abril > Murvedre (Sagunto) – Valencia: 27 km
14 abril > Valencia – Buñol: 41 km
23 abril > Buñol – Requena: 35 km
24 abril > Requena – Mira : 43 km
25 abril > Mira – Reillo: 55 km
26 abril > Reillo – Cuenca: 35 km
27 abril > Cuenca – Villar del Mestre : 27 km
29 abril > Villar del Mestre – Huete: 25 km
30 abril > Huete – Santa Cruz de la Zarza: 58km
01 mayo > Santa Cruz de la Zarza – Ocaña: 29 km
02 mayo > Ocaña – Yepes : 12 km
03 mayo > Yepes – Toledo: 38 km


NOTA: Los kilómetros están calculados de manera aproximada según comunicaciones actuales.

BIBLIOGRAFÍA:
- Pere el Gran: Primera Part. Ferran Soldevila
- Jaume I i els valencians del segle XIII. Robert Ignatius Burns
- Saber viajar: Arte y técnica del viaje en la edad media. Elisa Ferreira Priegue