La estela discoidal


La mayoría de los expertos consideran a la estela discoidal como un monumento funerario, asociado a ritos ancestrales, pero no consiguen ponerse de acuerdo a la hora de interpretar su forma. Unos consideran que este tipo de estela fue creado como representación del disco solar o lunar, símbolo de una de las creencias más antiguas de la humanidad, como es la influencia del sol, la luna y otras manifestaciones astrales en la vida de la naturaleza y del hombre sobre la tierra, con el fin de que le siga alumbrando y protegiendo en la otra vida. Otros ven la estela como una interpretación antropomorfa, que pudiera representar la imagen del cuerpo enterrado a sus pies.

Las invasiones de los grupos indoeuropeos que poblaron la península del II al I milenio a.C. trajeron consigo una serie de modos de vida, ritos y creencias que, recogidas del Bronce Final, llegarían a la época del hierro. De este nuevo bagaje cultural encontramos colgantes, adornos antropomorfos y discos solares en un área tan amplia como la que comprende desde Rusia, Noruega, Francia, Italia, hasta la península Ibérica.

De estelas prerromanas en España tenemos los ejemplos de las estelas cántabras que habitualmente están fechadas entre los siglos I a.C. y I d.C., si bien hay divergencias y algunas podrían ser incluso de los siglos V o VI a.C. La más famosa es la llamada Estela de Barros la cual puede verse en el Parque de Las Estelas de la localidad de Barros. Tras las estelas discoidales celtas o ibéricas aparecen unas pocas de clara impronta romana. Interesantes son también las cruces laureadas de la época visigótica, hasta la Edad Media. A partir del siglo IX se produce, un renacimiento de la estela discoidal, que alcanzaría su punto álgido alrededor del XII. De este tipo de estelas abundan en la comarca de la Matarraña y en los fosos del País Vasco.

Según los expertos, el declive de su utilización vendría apartir del siglo XIV, cuando se empezó a generalizar los enterramientos en los interiores de las iglesias, lo que llevó a su desuso y desaparición.


En la provincia de Cuenca el conocimiento sobre este tipo de objetos es bastante escaso, de momento y según mi conocimiento, solo se conocen las estelas de Huete, Arrancacepas, Montalbo, Mira y Alcalá de la Vega. La estela funeraria de Mira es de piedra en forma de raqueta con cruz incisa en el centro, su fecha es desconocida y su estado de conservación es bastante malo.


BIBLIOGRAFÍA:
- Estelas discoidales de la Península Ibérica. Eugeniusz Frankowsky.
- Catálogo municipal de la Diócesis de Cuenca.
- El posible origen de las estelas discoidales. Antxon Aguirre Sorondo