El batán de Mira (1753)


Según el Catastro de Ensenada, el término municipal de Mira contaba con un batán.

¿Para qué servía un batan?
Cuando las telas, mantas o paños tejidos en los telares debían tener una mayor resistencia, o una consistencia mas gruesa, por el uso al que iban a ser destinados, se les sometía a una nueva operación denominada: abatanado o enfurtido. El batanado se realizaba en los batanes. Los tejidos de lana, principalmente gruesos, se golpean mientras están remojados para que se limpien, se incorporen y tupan o apelmacen. La necesidad del batanado venía no solo impuesta por el hecho de que el paño alcanzase una mayor densidad y peso, en definitiva una mayor calidad y durabilidad del tejido, sino además para desengrasar los paños. De hecho en el proceso de cardado, hilado y enmadejado de la lana, esta se engrasaba con aceite de oliva o manteca que después de tejida quedaban en el paño. El objeto de engrasar la lana era prevenir el deterioro de las fibras por el roce.

El batanado requería de una emulsión de agua caliente, orina y tierra de batanero (caolinita o también greda que hacen el efecto de absorber la grasa y blanquear la lana). El efecto de la orina es aportar una disolución alcalina como consecuencia de la presencia de amoniaco en la misma, que actúa también como desengrasante. A partir del s. XVII se sustituye el anterior licor por el jabón disuelto en agua caliente que daba mejores resultados.

Transcripción literal referente al batán "Catastro de Ensenada, Mira":
Un artefacto o batan de ropas comunes propio de esta villa como el dicho molino, y lo arrienda en publica subhastazion y produce anualmente dos cientos reales siendo de cargo del arrendador mantenerlo y entregarlo corriente, a excepcion de la casa de dicho batan que está obligada a sus reparos, y está a cargo de Alonso Martinez Zerido y con este para su manejo de dicho batan estan de compañía Manuel Garcia Albaladexo, Sebastian Garcia, Manuel Tortazada, Miguel Cavanas, Miguel Garcia Albaladexo menor y Joseph Fernandez, a quienes, y a cada uno, respectibo, descontada la renta que pagan consideran de utilidad setecientos reales excepto el citado Alonso Martinez, que por tener un aprendiz llamado Miguel Saiz de Alcala, le regulan dos cientos reales mas que a los otros, y componen ambas partidas novecientos reales el dia que trabaxan y ganan cada uno tres reales y el aprendiz solo uno.” (20 de enero de 1753)

Don Quijote y los batanes
El movimiento de los batanes producía un ruido constante y extraño que, oído a la oscuridad de la noche, atemorizó a don Quijote y a Sancho en un conocido pasaje de la novela cervantina.


BIBLIOGRAFÍA:

- Catastro Ensenada 1753. Archivo General de Simancas.


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