La peste y la ermita de San Roque de Mira


En el imaginario colectivo, la peste era quizás la más terrible de las epidemias que podían acaecer en su tiempo y no sin razón, puesto que fue la catástrofe de mayor envergadura que afectó a la Europa medieval y parte de la época moderna. Se le llamó la "muerte negra".

La peste es originaria de Asia, concretamente de la zona del Himalaya y el Extremo Oriente. Seguramente serían las caravanas comerciales procedentes del Lejano Oriente con destino en el Mar Negro las que traerían la enfermedad a Europa donde se dio la primera y terrible epidemia en 1348. La causa de la peste se descubrió muy tardíamente, en 1894 y fue atribuida al bacilo "Pasteurella pestis" o "Bacilo de Yersin" (nombre del descubridor). El elemento portador siempre se le ha adjudicado a la rata negra, aunque en realidad es la pulga de la rata la que propaga el bacilo. Esta pulga la podía portar también el conejo, la ardilla, liebres, ratones, etc. lo que generaría la llamada "peste rural". La respuesta del sistema inmunitario era a base de bubones en ingles, axilas y cuello lo que le otorgaría el nombre de "peste bubónica". Otra manifestación era la "peste neumónica" que era cuando la bubónica se complicaba con localización pulmonar. Los efectos de la peste se manifestaban en los humanos en forma de hemorragias internas, vómitos, fiebre elevada, tos y generalmente crisis cardíacas que podían llevar a la muerte en una semana. Las cifras de mortandad entre infectados eran de un 60%.

Ante la falta de remedios médicos, la gente del medievo y del inicio de la modernidad se encomendaban hacia aquellos santos que tenían fama de preservar de la peste. Santos Job, San Roque y San Sebastián eran los abogados contra la peste más recurridos.

En Mira por un documento de 28 de septiembre de 1532 que se custodia en el Archivo Municipal de Requena encontramos un perfecto ejemplo de la vinculación entre San Roque y la peste. Es una carta dirigida de la por entonces aldea requenense de Mira al Concejo:

"Nobles Señores: Miguel Martínez como regidor del lugar de Myra y en nombre del dicho lugar digo que en el dicho lugar ay una ermita y avocación del Sr. Sant Roque y por necesidad de las pestilencias pasadas juramos los vecinos del dicho lugar de guardarle su festividad y edificarle la dicha ermita que está comencada a hacer y al presente para esta buena obra no ay de donde se pueda proveer si no es vendiendo la redonda del dicho lugar a lo cual todo el pueblo consiente e lo a por bueno, por tanto a V. M. pedimos lo tengan por bien por amor del Sr. Sant Roque por este año para lo cual y en lo necesario imploramos su noble gracia e lo pedimos por testimonio. El Sr.Sigüenza (firma) ". 

Es decir, Mira por una peste pasada decide edificarle una ermita y dedicarle una festividad a San Roque, para lo cual solicitan venderle la "redonda", es decir, una especie de dehesa que era un recurso muy importante para el Ayuntamiento.

¿Donde estaba ubicada la ermita de San Roque?
La antigua ermita se encontraba situada donde actualmente está la plaza de toros.

Documentos donde se menciona:

Catastro de Ensenada 1753: 
"En el termino de esta villa existen siete hermitas con las adbocaciones de Nuestra Señora de la Piedad, Santa Luiteria, San Sebastian, San Roque, San Vicente, San Agustin y San Pedro, tambien un santuario nombrado de Nuestra Señora de Cueba Santa,.”

Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar de 1845-1850:
...la población de Mira tiene varias ermitas con la advocación de San Roque, San Agustín, San Pedro, la piedad, Fuencaliente y Cueva Santa; esta última notable por ser un subterráneo con una hermosa columnata formada por las estalactitas que han producido las filtraciones de las aguas.”

Partido Judicial de Cañete, 1943:
“Saqueo, destrucción y quema de todos los objetos existentes en la ermita de San Roque durante la guerra civil.”
El consultor Conquense, 1893:
“… y las ermitas de San Agustín, San Roque y la Piedad, muy distante la Cuevasanta.”


BIBLIOGRAFÍA:

- Venta del Moro en la peste de 1557 (L.n.25) Autor: Ignacio Latorre Zacarés.
- Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar (Tomo XI, página 427).
- Catastro Ensenada 1753. Archivo General de Simancas.


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